El esquí de travesía, también conocido como esquí de montaña, combina el deporte del esquí con la aventura al aire libre, permitiendo explorar paisajes remotos y montañosos.
A diferencia del esquí tradicional en estaciones de esquí, el esquí de travesía requiere un equipo especializado que se adapte a las condiciones y desafíos del terreno no preparado. En esta guía repasaremos cómo elegir el mejor material para iniciarnos, según nuestro nivel descenso previo y objetivos.
En los últimos años, el material de esquí de travesía ha experimentado una notable evolución. Consideramos que hace unos 8 a 10 años surgió una corriente de intercambio de equipos y estilos de esquí entre América del Norte y Europa, lo que enriqueció a ambos continentes.
Europa, históricamente, se había centrado en la fabricación de esquís estrechos, rígidos y orientados a la competición en pista, mientras que en América del Norte el esquí se percibía de manera más recreativa, con un enfoque en el desarrollo de equipos diseñados para nieve más profunda.
Este contraste tiene su origen en las diferencias geográficas y climáticas de ambos continentes. Las montañas de Europa y las condiciones meteorológicas allí son muy distintas a las de América del Norte, lo que en el pasado hacía difícil concebir el esquí de montaña en este último, debido a factores como la falta de transformación de la nieve, su mayor profundidad y la naturaleza abrupta del terreno.
Entendiendo el contexto histórico, Europa ha recibido esquís con nuevas características, como un mayor ancho y la introducción del Carving (aunque cuando apareció, tenía sus detractores). Al mismo tiempo, en América del Norte adoptaron el concepto del "foqueo", que ha convertido al esquí de travesía en una disciplina emergente allí, mientras que ya es un deporte consolidado en Europa.
Gracias a este intercambio de materiales, hoy contamos con una gran variedad de esquís. Los estilos de conducción han cambiado y, aunque ahora es más difícil encontrar un esquí que funcione bien en todos los tipos de terreno, lo ideal sería tener al menos 2 o 3 pares diferentes.
Para elegir el material adecuado para iniciarse en el esquí de montaña, es fundamental tener claro desde qué nivel partimos y hacia qué tipo de esquí queremos evolucionar. Es importante conocer tu nivel de esquí en descenso alpino y el tipo de esquí de montaña que te interesa practicar.
Hoy en día, existen varios tipos de esquí, y he decidido clasificarlos en tres categorías principales, aunque sé que hay algunas variaciones intermedias:
- Esquí de travesía recreativo: También conocido como Skitouring a nivel internacional.
- Freeride en busca del polvo de cristal: Conocido como Ski Freeride en otros países.
- Esquí de montaña competitivo: Llamado Skimo, con su propia federación y campeonatos.
En este caso, vamos a centrarnos en el material, partiendo de la base de que ya sabes esquiar y estás buscando equipo dentro de alguna de estas tres categorías.
¿Cómo nos organizamos para elegirlo?
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Fijación |
Tabla |
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Esquí Touring Recreativo |
1 |
4 |
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Freeride/Descenso |
2 |
5 |
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Competición |
3 |
6 |
Fijaciones esquí de montaña: Elegir skitouring, freeride o skimo de competición
- Esquí de travesía touring / convencional: Este tipo de esquí es el que necesita fijaciones menos especializadas. Hay una amplia gama de opciones y lo importante es encontrar un equilibrio entre comodidad y rendimiento. Puedes optar por una fijación "low tech" (con el sistema de pinchos en la parte delantera) o por una fijación más tradicional. Una ventaja es que puedes elegir entre estas dos opciones dependiendo de cuál se ajuste mejor a tu presupuesto.
- Esquí de descenso y freeride: Aquí, buscarás fijaciones seguras que te permitan realizar giros más agresivos y evitar que se liberen en momentos críticos, como la recepción de un salto. Si eres de los que le da fuerte y tienes más peso, necesitarás una fijación con un rango de DIN de al menos 10 o incluso 12. Además, las fijaciones más ligeras también se han adaptado a este tipo de esquí, y puedes invertir en unas de gama alta o elegir fijaciones más tradicionales, como las de tipo "Marker", si no te importa tanto el peso y solo planeas subir lo justo para disfrutar de un buen descenso "a tu ritmo". Aquí también puedes buscar opciones más económicas, pero no te servirá cualquier fijación.
- Skimo y competición: Si te gusta subir rápido y, aunque el descenso sea más desafiante, te permite exprimir al máximo tu rendimiento, existen fijaciones increíblemente ligeras y minimalistas. Sin embargo, cuanto más ligeras sean, más específicas se volverán y traerán ciertos inconvenientes. Las fijaciones de competición son muy básicas, suelen ser fijas para un tipo de bota y una medida de pie, y cambiar de bota podría obligarte a hacer nuevos agujeros. Son fijaciones con muy pocos recursos de confort, algunas sin alzas, por lo que necesitarás una excelente técnica y buena forma física para subir a buen ritmo. Además, el precio es elevado, ya que cuanto más ligeras y especializadas sean, más caro será cada gramo que consigas reducir. Pero, si logras manejar un equipo de competición a buen ritmo… ¡te sentirás imparable!
Tablas/Esquís
- Fijación de Touring convencional: Si buscas una fijación de touring convencional, tienes muchas opciones y puedes elegir según tu presupuesto. Lo más importante es que elijas un esquí adecuado a tu nivel de habilidad y peso. Para este tipo de esquí, lo ideal es un esquí con un patín entre 80 y 90 mm, que sea cómodo y polivalente. Debe tener poco rocker y no ser demasiado rígido, lo que te permitirá un buen rendimiento en nieve no tratada, además de ofrecer buen agarre en nieve dura o hielo. En resumen, un esquí seguro y versátil.
- Freeride y descenso agresivo: Si tu objetivo es disfrutar del polvo más profundo y te gusta saltar, necesitarás un esquí que te permita hacerlo con facilidad. Busca un esquí con un patín de 95 mm o más ancho. Cuanto mayor sea tu peso y más nieve profunda esperes encontrar, más ancho será el patín, pudiendo llegar a 120 mm. La construcción con rocker te ayudará a mantener las espátulas por encima de la nieve en polvo, y el camber invertido también facilita este comportamiento. Sin embargo, no es recomendable para terrenos con nieve dura o hielo, ya que podrías tener problemas.Recuerda que, a mayor ancho del esquí, también aumenta su peso, lo que puede hacer incómodo el foqueo en algunas condiciones. Pero, al final, depende de ti decidir si el rendimiento en descenso justifica la incomodidad en el ascenso.
- Skimo de competición: Si lo que buscas es un esquí extremadamente ligero para competir, el patín de tu esquí será de entre 65 y 70 mm, a veces un poco más si no necesitas ser tan específico. Estos esquís suelen ser más cortos para reducir peso y, por lo general, costarán tanto o más que unos esquís de freeride. Son esquís impresionantemente ligeros, tanto que parece que subes sin esfuerzo, pero son bastante difíciles de dominar en el descenso. Al ser tan estrechos, carecen de comodidad, y si la nieve es profunda o no tienes experiencia bajando, te será complicado manejarlos. Sin embargo, si estás en una carrera o compitiendo en un sprint por pista, no tendrás problema para llevarlos.
El esquí de travesía es una actividad que requiere un equipo adecuado y de calidad para garantizar la seguridad y el disfrute en la montaña. Al elegir los componentes de tu equipo, considera siempre el tipo de terreno, la duración de la travesía y las condiciones climáticas. Asegúrate de contar con equipo de seguridad, entrenarte en su uso y disfrutar del proceso de exploración y aventura.
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